martes, 27 de septiembre de 2011
POEMA DÍA DE LA RAZA - HISPANIDAD
lunes, 26 de septiembre de 2011
Mapa político de America
jueves, 22 de septiembre de 2011
Mapa tratado de Tordesillas
jueves, 15 de septiembre de 2011
Actividades Descubrimiento de América
Juegos tradicionales
EL TEJO
El tejo es un juego criollo que se realiza con fanatismo en las zonas rurales y se ha convertido en el protagonista de muchas festividades criollas. El juego consiste en lanzar los tejos, piezas circulares de plomo o bronce, de modo que caigan sobre una cuerda tensa o un lienzo que ha sido extendía sobre un cajón de arena, formando línea. Quienes sean capaces de lanzar los tejos de tal manera que caigan exactamente sobre el lienzo tomarán la delantera. Les seguirán aquellos jugadores cuyos tiros se ubiquen lo más cerca posible del lienzo.
La cancha debe prepararse especialmente. Un rectángulo de barro es la zona de juego. Este debe medir alrededor de 90 cms. de ancho por 50 cms. de largo. Los bordes se marcan con maderos y antes de cada juego se verifica que el terreno esté lo suficientemente plano y húmedo como para dar buena acogida a los tejos.
Previo al tiro, los jugadores toman una distancia de entre 18 y 25 pasos y luego lanzan los tejos tratando de que caigan en la mejor ubicación posible. Se participa en forma individual, de a parejas o se arman equipos.
EL PALO ENSEBADO
Junto con los volantines y las carreras a la chilena, el palo ensebado es un típico juego criollo que se realiza durante las celebraciones de Fiestas Patrias.
Aunque es un pasatiempo que se originó en la ciudad italiana de Nápoles en el siglo XVI, es una costumbre que está muy arraigada en nuestras latitudes y en nuestras festividades.
En esta competencia puede participar cualquier macho que tenga ganas de trepar una vara de alrededor de 5 metros de alto hasta su cima, donde podrá recoger el premio que allí lo espera. El problema es que la vara está embetunada con grasa para dificultar su ascenso. Así, el palo está absolutamente resbaladizo y hay que desplegar mucha fuerza para poder mantenerse y trepar por él. Incluso, hombres que aparentan ser muy “fortachones” no logran llegar ni a la mitad de la cima y luchan por largos minutos para tratar de persistir en el intento y no resbalar rápidamente hasta el suelo.
Fuente: Folclor Chileno, Oreste Plath.
miércoles, 14 de septiembre de 2011
Día de la Raza
martes, 13 de septiembre de 2011
viernes, 9 de septiembre de 2011
viernes, 2 de septiembre de 2011
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